La señal de la cruz

LA SEÑAL DE LA CRUZ

Mgr Jean de Saint Denis

La Cruz contiene tantos misterios que es difícil en dos o tres sermones, acercarse al misterio más esencial. Saco provecho de la fiesta de la Exaltación de la Cruz para darles una instrucción completamente práctica, como si fueran niños del catecismo, porque a menudo tenemos grandes ideas e ignoramos las cosas más simples. Cuántas veces en mi vida, abrí libros y veía que había olvidado completamente cosas que eran útiles a saber.

Y he aquí por qué, hoy, voy a proponerles, mis amigos, en lugar de un sermón, la explicación del primer gesto que el cristiano hace: la señal de la Cruz.

Cuando hacemos la señal de la Cruz , cómo debemos hacerla? ¿Y cuál es el sentido?

Observaron que en la Iglesia ortodoxa, se hace el signo de Cruz, no con los 5 dedos de la mano, sino plegando tres dedos juntos, y los dos otros juntos de esta manera; lo que se encuentra en las esculturas románicas, o de esta otra manera. ¿Por qué plegamos los dedos, tres y dos? Porque con este gesto simple, confesamos ambos dogmas esenciales del cristianismo, tri-unidad y di-unidad, dos naturalezas en Cristo Dios-hombre y Padre, Hijo y Santo Espíritu, tres en uno. Así, antes de hacer la señal de la Cruz resumimos la misma esencia del cristianismo y yo diría, la misma esencia del mundo, porque es en la Trinidad que está basado el universo y la armonía. Y es sobre esta di-unidad: dos naturalezas en Cristo, dos – uno que está sometido toda la evolución del mundo. Así un cristiano simple e ignorante, hasta antes de abrir la boca, para pronunciar una palabra con un gesto simple, ya es superior a todos los metafísicos y a todos los filósofos.

Ustedes se dirán: ¿por qué a menudo hacemos la señal de la Cruz con los 5 dedos? No busque una explicación, esto sucedió por cierta indolencia y después, comenzamos a hacer la señal de la Cruz con los 5 dedos. Pero desde la Antigüedad , tanto en Oriente como en Occidente, lo hacíamos de dos maneras, o como esto o como esto… Hacemos la señal de la Cruz sobre la frente, sobre el corazón y sobre los hombros. Esto nos recuerda que el hombre es a imagen de la Cruz , sobre todo cuando pone las manos en ambos lados, que la Cruz está inscrita en nuestro ser; ¿cómo debemos hacer la señal de la Cruz ? Sobre la frente, qué significa? Que todo debe comenzar con la verdad, que el hombre puede evolucionar espiritualmente sólo si comienza con la purificación de sus pensamientos, por el pensamiento de la verdad revelada, es por eso que Cristo, cuando se iba de la tierra, no dijo: ¡Vayan, actúen, vayan a amar! sino vayan a enseñar a todas las naciones. Poniendo nuestra mano sobre la frente y diciendo: en nombre del Padre, u otras palabras, debemos pedir, desear ardientemente que nuestra inteligencia sea purificada, pero tan pronto como sea purificada estamos en la revelación, la Verdad por nuestro pensamiento. Tan pronto como somos enganchados por nuestro pensamiento y nuestro mental hacia la Verdad única que es Cristo, entonces esto no basta, este pensamiento, esta confesión debe sembrarse en nuestro corazón, debe ser sentida, hasta diría que debe morir, debe sumergirse en nuestro corazón, debe interiorisarse, hacerse el movimiento de nuestra vida, revestir la Verdad que Cristo nos aportó….

Esta simple señal de la Cruz nos instruye sobre cómo debemos actuar. Si comenzamos con nuestro corazón y que nuestra inteligencia está llena de ideas falsas, de herejías, de pensamientos confusos, someteremos nuestro pensamiento y nuestra alma a lo que es falso. He aquí por qué debemos comenzar con la instrucción, la purificación de nuestra inteligencia para después sumergir la revelación en nuestro corazón, van viendo el orden de las cosas. Pues si comenzamos a actuar antes de que nuestro espíritusea purificado, antes de que esta verdad haya penetrado en nuestro corazón y se haya convertido en nuestro soplo, nuestro latido, que el Evangelio se haga nuestra respiración, si actuamos antes, cometemos faltas, nuestra acción será desordenada, perjudicial para otros, aún con las ideas más nobles y con la caridad aparente. He aquí por qué esta simple señal de la Cruz nos enseña ya cómo debemos conducirnos. Purificación del espíritu que debe volverse nuestra respiración, y entonces, la armonía. Miren alrededor de nosotros cuántas veces actuamos antes de que el espíritu haya sido purificado y que el corazón se haya impregnado de la verdad évangélica, y después, nos extrañamos que nuestra acción no aporte verdaderos frutos.

Tal es la lección de la señal de la Cruz. He aquí por qué, hermanas y hermanos míos, cuando hagan la señal de la Cruz , no olviden su sentido interior, para ustedes. Poniendo la mano derecha sobre la frente, pidan que en su espíritu permanezca sólo la verdad y que toda mentira, todo lo que es impuro en el pensamiento sea borrado. Poniendo la mano sobre su pecho y su corazón, pidan que la verdad évangélique sea su respiración y no una cosa exterior, que se identifica con nuestro ser interior. Y después también pidan que nuestra acción en el mundo sea inspirada porque realizamos antes la inteligencia pura y el corazón amante. Así cumplirán al mismo tiempo, con la señal de la Cruz , tan misteriosamente, la confesión de la Santa Trinidad. Y ahora van a asistir al Rito de la elevación de la Cruz , verán que ella bendice las cuatro partes del universo.